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Jonathan Gómez Cantero

la disminución de las precipitaciones. Esto

repercutirá en los ecosistemas acuáticos.

Con un gran nivel de certeza se puede asegurar

que el cambio climático hará que parte de los

ecosistemas acuáticos de la península pasen

de ser permanentes a estacionales, y que

muchos de ellos desaparezcan.

Los ecosistemas que se verán afectados

en primer lugar serán los endorreicos,

lagos, lagunas, ríos, arroyos de alta

montaña, humedales costeros y ambientes

dependientes de las aguas subterráneas.

Mucho de los humedales que hoy conocemos,

y que ya se encuentran en declive por la

extracción de agua, podrían desaparecer

por completo, como Doñana, Las Tablas de

Daimiel, las Lagunas de Ruidera, la Albufera

deValencia o las Lagunas deVillafáfila.

(Figura

87

)

.

Del mismo modo, los glaciares que aún

quedan ya habrán desaparecido por completo

para estas fechas, y se habrán transformado

los bosques, por no hablar de todos aquellos

que hasta 2050 hayan podido sobrevivir a los

incendios forestales.

En los ríos las especies termófilas se

desplazarán aguas arriba (buscando aguasmás

frías cerca de los nacimientos) y disminuirá la

proporción de especies de aguas frías. Como

hemos visto, se producirá unamayor virulencia

de parásitos y un aumento de poblaciones de

especies invasoras que podrían acabar por

extinguir las especies autóctonas.

En los ecosistemas terrestres, se alterará la

fenología y las interacciones entre especies.

Esto favorecerá la expansión de especies

invasoras y plagas, aumentando el impacto

de los problemas ambientales, tanto naturales

como antrópicos.

En España, desde un punto de vista regional,

las zonas y sistemas más vulnerables al cambio

climático serán: las islas, los ecosistemas

aislados (como son las islas edáficas), los

ecosistemas de alta montaña y los ecotonos o

zonas de transición entre sistemas

(Figura

88

).

Figura

87:

Parque Nacional de Doñana

seco por las bajas precipitaciones. Fuente:

Parques Nacionales.

Figura

88:

Imagen del bosque de laurisilva

en la isla de La Palma. Fuente: Cabildo de

Palma.