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El clima es el conjunto de condiciones
atmosféricas propias de un lugar a lo largo
de un tiempo determinado, constituido por
la cantidad y frecuencia de las variables
meteorológicas: precipitaciones, temperaturas,
viento,…y cuya interacción influye en el medio
natural y en los seres sometidos a éste. El clima
se diferencia del “tiempo atmosférico” en que
representa la situación de la atmósfera en un
lugar y momento determinados, mientras que
el clima abarca el estado medio de la atmósfera
para un lugar; de este modo entenderemos que
cuando hablamos de tiempo, nos referimos
a si llueve o hace sol, mientras que cuando
hablamos de clima lo hacemos en una escala
temporal mayor.
E
l clima a su vez cambia a lo largo de
los siglos
, pues va sufriendo variaciones
en función del ciclo solar, la inclinación de
la Tierra, la temperatura de los mares o la
formación de nuevos accidentes geográficos
que modifican de manera muy notable las
variables meteorológicas, pero también en
función de la composición química, de la
transparencia o turbidez del aire, provocando
en ocasiones, cambios bruscos que han
supuesto perturbaciones trascendentales
(Gráfico
1
)
.
A lo largo de la historia geológica de nuestro
planeta se han producido varias glaciaciones,
algunas de ellas muy estudiadas como la
que ocurrió hace unos 14.000 años conocida
como “
Younger
Dryas
”, que hizo descender
la temperatura media del planeta hasta los
10ºC – 9ºC, una época en la que los icebergs
llegaban más al sur de las costas de Lisboa.
Más recientemente, durante la Edad Media,
se produjo el “
Óptimo Medieval
”, un periodo
cálido en el que la temperatura del planeta
aumentó apenas medio grado, pero que marcó
una anomalía positiva muy importante y
cálida.
Siglos después, desde el año 1550 a 1850
se daría un periodo frío y severo en el que
la temperatura media de Europa apenas
descendió un grado centígrado, pero que
pasaría a conocerse como “
Pequeña Edad de
Hielo
”, provocando heladas inimaginables hoy
en día
1
.
Este fenómeno se asocia hoy, a que la Tierra
recibía esos años menos radiación solar,
pero también a la actividad volcánica, ya que
las cenizas ocupan las capas más altas de la
atmósfera, provocando un efecto sombra sobre
la superficie terrestre, lo que hace descender
la temperatura. Esto sucedería de manera
especialmente intensa en 1816, en el conocido
1
I
NTRODUCCIÓN